Articulo en la Revista L’Espill en la que el Director de La Odisea hablaba sobre la radio de aquel entonces:
Las emisoras independientes son la alternativa sin más imperativos de dar a la radio difusión el cambio (con el buen sentido de la palabra) que toda la audiencia esperaba, pero aquí topamos con las legalizaciones, el porque por una simple autorización no se da paso a nuevas posturas o posiciones que lo único que se pretende es reforzar y avanzar en el plano tecnológico, cultural
Algunas emisoras independientes pretenden asumir todas las responsabilidades fiscales y sociales y económicas que comporta un medio de difusión hablado. En el apartado social es donde estas emisoras han realizado su labor más profunda, ya que el nivel de desempleo en nuestro país es alto y se ha procurado a base de esfuerzo de estas empresas privadas el contratar el máximo número posible de personal que a través de su trabajo han llegado a un nivel profesional en cinco veces menos de tiempo que los antiguos profesionales. Y hablando de índices de audiencia no tenemos ni que decir, que las estadísticas que publican ciertas emisoras comerciales, dado que sumando todos los oyentes de estas estadísticas en Barcelona resultaría ser que en la Ciudad Condal, tendría un número de habitantes de 4 millones, y queriéndoles hacer otra observación en estas estadísticas sale el nombre de alguna cadena radiofónica con un índice de audiencia por ejemplo de 450.000 personas, que dividido por el número de estaciones de radio que modulan en esta Capital, da un resultado inferior, de oyentes comparado a una emisora independiente. El resultado es que la audiencia es similar o igual de una emisora comercial que de una emisora independiente sin contar que una emisora local de una gran cadena, el veinticinco por ciento de su progración no es propia sino puramente realizan la función de puros repetidores de un programa nacional.
José de La Calle